DOLORES ARTICULARES Y ÁRNICA
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Los trastornos inflamatorios articulares crónicos, como la artrosis y la artritis reumatoide, tienen en común un aumento de la inflamación y el estrés oxidativo, que provocan alteraciones en los tejidos progresivas y con frecuencia síntomas incapacitantes.
Llama mucho la atención que el término “árnica” y la especie Arnica montana L. eran desconocidos por autores de la trascendencia de Hipócrates o Dioscórides y que no aparezca mencionada en textos antiguos de referencia en materia de plantas medicinales. Es muy probable que la primera mención a la planta conocida como “árnica” sea la que se encuentra en la obra “Physica” de Santa Hildegarda de Bingen pero no está claro que se pueda vincular con A.montana. Más que de una planta concreta se puede hablar del concepto de “árnica”, que alcanzaría una gran relevancia en el siglo XVIII junto con otras plantas, en mezclas con aceites vegetales y grasas animales indicadas para el tratamiento de todo tipo de golpes, inflamaciones y dolores musculares, ampliamente utilizadas en la región alpina, desde donde se extendió y pasó a ser una de las plantas más utilizadas en el ámbito fitoterapéutico y homeopático.
Las flores (inflorescencias) de la estornudera, tabaco de montaña o árnica, se han utilizado durante siglos en la herbolaria tradicional como remedio para las afecciones del aparato locomotor relacionadas con traumatismos, distensiones y/o inflamaciones, constituyéndose en uno de los remedios naturales más utilizados para las afecciones reumatológicas e inflamatorias en general.Las flores de árnica, vía tópica, en forma de tinturas, macerados oleosos u otras preparaciones usadas directamente, o incluidos en la formulación de geles, pomadas, ungüentos… serían de utilidad en casos de contusiones, esguinces y en el tratamiento sintomático de afecciones reumáticas y dolor muscular y/o articular. También en la resolución de hematomas y en la preparación de músculos y ligamentos para evitar lesiones debidas al ejercicio cotidiano o a un esfuerzo físico intenso,e incluso, pueden resultar eficaces en casos de insuficiencia venosa, acompañada o no de edemas.
Los principales componentes de la flor de árnica son lactonas sesquiterpénicas y también contienen un pequeño porcentaje de aceite esencial (0,2-0,3%), que también se encuentra presente en las raíces, rizomas y frutos (aquenios).
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